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jueves, 18 de junio de 2015

Los Strauss y el vals vienés


Johann Strauss, padre, nació el 14 de marzo de 1804 en Vina y murió en dicha ciudad el 25 de septiembre de 1849. Sus estudios y aspiraciones musicales le llevaron a formar un conjunto con Josef Lanner. En 1825 formó su propia orquesta, con la que empezó a divulgar la nueva forma del vals, llena de melodías galantes y con una orquesta ampliada a 28 músicos por Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra. Iniciador de la escuela, dejó la labor de divulgación del género a su hijo.

Johann Strauss II nació en Viena el 25 de octubre de 1825 y murió en la misma ciudad el 3 de junio de 1899. Compositor, director y violinista, llevó al vals a las cimas más insospechadas. Aparte de sus operetas, Strauss escribió 479 valses, algunos de ellos tan populares que han llegado a formar parte del acervo cultural europeo. 


Su divulgación durante las últimas décadas se debe en gran medida a la retransmisión del Concierto de Año Nuevo que tradicionalmente se viene celebrando en la sala dorada de la Musikverein de Viena a cargo de la Orquesta Filarmónica de dicha ciudad. 


En este tradicional concierto encontramos obras muy populares con otras más infrecuentes. Entre las más representativas se encuentra Aceleraciones, una pieza que juega con las fluctuaciones del movimiento. El Danubio Azul es la pieza más emblemática del sentir vienés, símbolo del amor que sienten por el río, por la ciudad y por el encanto de parques, jardines y monumentos que la pueblan. La Marcha persa es una de sus páginas mejor orquestadas, y se corresponde con el tradicional gusto decimonónico por lo oriental. Trisch-Trasch, Polka conserva el sutil sentido del humor del autor y una cierta comicidad amable. El majestuoso y solemne Vals del Emperador obliga a ponerse serio por unos momentos. El vals, Voces de Primavera recoge los impulsos de vitalidad renovada y el sentimiento de bienvenida de la nueva estación. La famosa Marcha Radetzky es otro de los símbolos vieneses, cuya melodía canturrean durante la celebración de año nuevo.

La opereta El Murciélago se abre con una obertura de una intensidad y de una pasión incontroladas. Annen Polka mantiene siempre la presencia de un íntimo homenaje. Sangre Vienesa simboliza el orgullo de pertenecer a una sociedad culta y refinada. Contrasta con el carácter legendario y fabuloso de Cuentos en los bosques de Viena. La Pizzicato-Polka es otra de las piezas más famosas por su estilo entrecortado y su escritura a base de pizzicati, esto es, tocar las cuerdas con los dedos, pellizcándolas. El Baron Gitano se incorpora a la tradición decimonónica de acercamiento a la música zíngara de Hungría, con todos sus giros melódicos característicos. La selección termina con el desenfadado y frenético vals Vida de Artista.