El veneciano Antonio Vivaldi (1678 - 1741) es uno de los principales representantes del último estilo barroco. Apodado "il prete rosso" (el sacerdote rojo) por el color de su pelo, ingresó en 1703 como profesor de violín y maestro di concerti en el Ospedale della Pietà, hospicio para niñas en el que recibían una esmerada educación al tiempo que se les instruía en el arte musical. Allí, gracias a la organización y a los medios puestos a su disposición -un magnífico coro y un disciplinado conjunto instrumental-, pudo desarrollar su actividad creativa al margen de toda servidumbre ocupacional y de toda limitación estética. Además mantuvo una intensa actividad como empresario teatral y realizó numerosas giras por el norte y centro de Italia. También viajó a Amsterdam en 1737 donde su música tenía una gran aceptación tanto entre los profesionales como entre los aficionados. Poco antes de su muerte hizo un misterioso viaje a Viena, donde falleció en circunstancias extrañas. Vivaldi nos ha legado numerosas composiciones sacras, óperas y obras de cámara, pero su principal aportación ha sido la renovación del género del concierto, especialmente del concierto con solista.
Generalizando, podemos decir que Vivaldi fijó su estructura básica en tres movimientos: rápido - lento - rápido:
- El "allegro" inicial es una sucesión de "ritornelli" (A: exposiciones temáticas completas o parciales que se van repetiendo a lo largo del movimiento) del "tutti" o conjunto, que enmarcan los episodios (B: pasajes melódicos muy libres) del solista en una secuencia del tipo A-B-A-B-A-B-A.
- El movimiento central lento puede ser: "adagio", "cantabile", "andante", "larghetto", etc., y presenta modelos variados como los de arietta, pastorale, chacona, siciliana y otros ritmos típicos de danza.
- El "allegro" final desarrolla una estructura similar a la del primer movimiento.
Este esquema permite el despliegue de las facultades virtuosísticas del solista, que actúa como si fuera el protagonista de una ópera, y los contrastes dramáticos. Vivaldi ensayó y exploró diversas e ingeniosas combinaciones instrumentales y efectos especiales de instrumentación (scordatura, eco, con sordini, etc).
Únicamente una parte de la producción instrumental de Vivaldi fue publicada en vida. Destacan cuatro colecciones de conciertos: "L´estro armonico", Op. 3; "La stravaganza", Op. 4; "Il cimento dell´armonia e dell´invenzione", Op. 8 y "La Cetra", Op. 9. Cada una de estas colecciones está compuesta por doce conciertos.